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Economía ecuatoriana, entre el debilitamiento y la recuperación
4 de septiembre
Aunque el país ha mostrado cierta resiliencia, el bajo crecimiento económico proyectado y los desafíos tanto internos como externos sugieren que 2024 será un año difícil.
La economía de Ecuador se encuentra en un delicado equilibrio entre el debilitamiento y la recuperación. A pesar de un crecimiento acumulado del 2.4% en 2023, la contracción del 0.75% en el último trimestre del año pasado ensombreció las perspectivas para 2024. La recuperación económica dependerá en gran medida de la capacidad del Gobierno para mantener la estabilidad social y política, así como para capitalizar las oportunidades de crecimiento a mediano y largo plazo, apoyado por créditos a bajo costo suministrados por organismos multilaterales.
De acuerdo con el informe “Perspectivas Económicas de Ecuador”, desarrollado por el área de Análisis Económico de Deloitte, en el primer trimestre de 2024, la economía experimentó un crecimiento del 1.2% en comparación con el mismo período del año anterior. Este aumento, aunque modesto, se debió principalmente a la acumulación de existencias a finales de 2023. Sin embargo, la contracción en la inversión y el consumo, del 1.3% y 1.0% respectivamente, reflejan los serios desafíos que enfrenta la economía ecuatoriana.
El informe de Deloitte también subraya las débiles perspectivas de crecimiento para 2024. A pesar de un incremento del 6.0% en la entrada de divisas durante el primer trimestre y medidas gubernamentales como el aumento del IVA del 12% al 15% y la eliminación de subsidios a la gasolina, se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador crezca solo un 0.9% en todo el año. Este bajo desempeño es consistente con una baja inflación que, aunque experimentó un pico en abril debido al ajuste del IVA, disminuyó a 1.2% anual en junio de 2024.
A pesar de estos desafíos, hay señales positivas en la situación fiscal del país. En diciembre de 2023 se situaba en el 3.6% del PIB, disminuirá al 2.5% para finales de 2024, gracias a las medidas fiscales implementadas por el Gobierno. Además, la deuda pública ha disminuido hasta el 48.6% del PIB en abril de 2024, un nivel relativamente bajo en comparación con el promedio regional del 65.3%.
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